sábado, julio 18, 2009


Nos cayó la censura!

Durante las pasadas semanas trabajamos duro para organizar nuestro Primer Concurso de Belleza y Virtud.
Todo el mundo se puso en obra:

Se hicieron discretas consultas entre los parroquianos de más confianza para que nos recomendasen algunas de sus amistades del género femenino y de buen ver, que quisieran participar en la pasarela y eventualmente hacerse con alguno de los premios. Para nuestra sorpresa, recibimos más solicitudes de las que hubiéramos creído.
Se redactaron con esmero exquisito invitaciones en francés (la nuestra es una pulquería muy, pero muy protocolaria y respetuosa de las formas).
Se escogieron los jueces para el certamen con el mayor cuidado.
Se invitaron a nuestros clientes premier, a detentores y corredores de nuestros pulqui-bonos (instrumentos financieros que acabamos de emitir con ayuda de Slim) y a algunos altos prelados del rumbo que, con la mayor discreción nos habían pedido los invitásemos cuando hubiera algo especial “entre mas picante, mejor”.
En fin, había un gran ambiente para el primer concurso de belleza en la historia de Pulques Finos La Virtud.
Pero, hete aquí que, como reza el proverbio salado, “el hombre pone, Dios dispone, y algún chismoso todo lo descompone”.
Estábamos anteayer en una de nuestras sesiones de casting, cuando nos cayó la censura:


Llegaron dos agentes portando escarapelas blanquiazules en la solapa y nos advirtieron en voz altisonante que, "en nombre del decoro y de las buenas costumbres, tenían superiores y terminantes instrucciones de suspender el evento, fuera como fuera".

Argumentando que el largo de las enaguas de las señoritas presentes no era el adecuado, procedieron a medirlo con sendas cintas de que venian provistos. Al hacerlo, con expresion soez y lubrica en sus rostros, los intrusos se propasaron cobardemente con mas de una de las bellas concursantes.
No quisieron identificarse los muy ladinos; en un estilo leguleyo y labioso dijeron que ya había cambiado la ley desde el mes de abril y que ahora las cosas eran diferentes.
Que “al carajo con las garantías individuales y que viva Cristo Rey y que si no estábamos conformes, entonces vendría el jefe Diego en persona a darnos en la madre”.


En ese momento, Curro Copetes, uno de los pulqueros de nuevo ingreso, ex-banderillero de Huamantla y muy entrón para los trancazos, se les fue encima a los petimetres encorbatados, y en un santiamén los puso como al perico y los echo a patadas del salón, gritándoles, entre otras lindezas:
--Fuera de aquí, mendigos farsantes, mochos aguafiestas, panuchos hipócritas…


Al escuchar el barullo que se formo con la presencia de los inspectores del Yunque y las menciones al fisco y al Dr. Carstens, un licenciado que estaba haciendo abluciones y burbujas dentro de una barrica de neutle en un rincon, asomo la cabeza y grito con fuerza:
--Sinvergüenzas publicanos convenencieros!
--Porque mejor no van y amplían la base fiscal empezando con los banqueros y los bolseros?...o con su respetables y respectivas progenitoras?
....................................................................
Por todo lo anterior, Comunicación Social se excusa de comentar que la casa se encuentra algo nerviosa, en espera de que llegue algún batallón del Yunque a clausurar el changarro o a obligarnos a pagar alguna mordida o impuesto especial a la medida de nuestros pecados, ya que nuestra reciente Certificacion de Clase Mundial no nos sirve para nada en estos menesteres.
Es que, como andan tan urgidos por la caída en la recaudación fiscal de Hacienda…


2 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Eso le pasa por no incluir en sus certámenes "la pureza" junto con las demás "virtudes"... Si lo hiciera, la pía sociedad, de sociedades pías dejaría su "centro sanitario" funcionar adecuadamente...

Armando Moncada dijo...

Helas!...deveras, Maestro, deveras.
Para el proximo, interpondremos ese recurso retorico preventivo.
Caracoles, como no se nos ocurrio antes!