domingo, mayo 23, 2010


De Diego, la transición y la mezquindad de la derecha mexicana.

Hace ya tiempo que no nos visitaba uno de nuestros parroquianos más emblemáticos y distinguidos, el licenciado Manos Prietas, sagaz litigante lagunero con relaciones inocultables en el bajo mundo sindical, polemista ilustrado y muy competente y reconocido en las artes de Baco y Mayahuel.
Hoy llegó acompañado por Elías “El Morrongo”, interesante y popular sujeto que trabaja como mesero en La Guacamaya, cervecería que se encuentra frente a la alameda de la hermosa ciudad de Saltillo y quien cuenta con una larga carrera en el sindicalismo cucaracho del estado.
Nada más entrando, acodados ambos en la barra, dieron cuenta de sendas cacarizas dobles de curado de guanábana, fresquecito y recién hecho. Mientras, se secreteaban cosas del oficio y liberaban del calor sus cuerpos fatigados de andar la legua toda la mañana en oficinas y despachos de la ciudad.
--A ver, Morrongo, pásame la foto, dijo el abogado, y éste le extendió la fotocopia con una sonrisa de coyote.
Curro Copetes, nuestro pulque-servidor tlaxcalteca que estaba de turno, la recibió de manos de aquel y la observó sonriendo también, y contestándole:
---Pos no ha llegado el sub-jefe, quien es el que autoriza que se peguen anuncios en el establecimiento, pero, pos, tratándose de usted, mi lic., y de la candente actualidá del asunto, pos,...pásele, y péguela, pero en el tablero de anuncios del excusado.

Acto seguido y con teatral pavoneo, el licenciado Manos Prietas atravesó el salón; pegó la imagen cuidadosamente con cinta scotch en el tablero de anuncios del mingitorio y luego se le quedó mirando por unos instantes, simulando ser un extaño que la veía por primera vez.
Entonces alivió la vejiga larga y plácidamente, soltando, al terminar, un sonoro pedo (con perdón).
Más, hete aquí que al salir del WC, nuestro personaje se encontró frente a frente con Ulises Bitoque, un esmirriado y tramposo optometrista de Torreón, aguerrido cuadro local de los Legionarios de Cristo y alto directivo del Comité Ejecutivo del blanquiazul de la comarca, quien había entrado de prisa con el único propósito de echar una meada gratis (ya que detesta el pulque y según lo manifiesta con insolente gesto, es algo que su fina garganta, nunca de los nuncas ha dejado pasar tan repugnante mugrero a sus aristocráticas entrañas).
Disimulando mal el enfado que le causó la publicación de la foto de los oportunistas y mezquinos anuncios espectaculares que pusieron sus correligionarios en Querétaro, y que se reproduce arriba, el legionario visitante de ocasión le escupió, casi, en la cara, al Manos Prietas:
--Pues sí, gwey, pero los pagamos con nuestro dinero, y además, en este caso, los quitamos luego-luego.
--Sí, je-je, así dicen siempre, nomás acuérdate de lo que dijo el TRIFE cuando justificaron el fraude del 2006: la defecamos, ...pero, nomás tantito!, le contestó aquel.
El diálogo levantó una enorme carcajada, a lo que el panista legionario reviró furioso, volviendo la cara hacia la desternillada y divertida clientela de La Virtud que seguía la escena con deleite:
--Y ustedes, de qué se ríen?
--Pinches gatos de pulquería... adoradores del Peje, ...jijo de su ....#%/&madre;$#”(%#”=#"!...
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Mientas tanto, el sindicalista saltillense (y delegado especial de la CNOP, según aclaró repetidas veces), sacó de entre las páginas sudadas y pringosas de la sección de Deportes del diario El Cirio de Torreón, una carpeta que contenía un escrito que, pensamos, pretendía leernos allí mismo como propaganda chafa de su mafia sindical.
No fue así, por fortuna; solo se limitó a entregarnos el texto fotocopiado que, habiéndolo leído con cuidado para saber de qué se trataba, no solo descubrimos que nuestra apreciación inicial era equivocada, sino que nos pareció prudente y saludable reproducirlo íntegramente, máxime por tratarse de su autor, el respetado y lúcido periodista J.A.Ortíz Pinchetti, quien lo publicó el 23 de mayo de 2010 en La Jornada:

■ Diego y la transición
José Agustín Ortiz Pinchetti
Cuando los panistas dicen que Diego ha sido factor clave en la transición, están diciendo la verdad, pero deberían añadir que lo ha sido para impedirla. Resultó un abogado excelente para su partido, lo enganchó el proyecto personal de Carlos Salinas a cambio de que el PAN tuviera las mayores ganancias políticas en toda su historia y de que algunos panistas –Diego el más destacado– hicieran fortuna gracias a un cínico e impune tráfico de influencias. Extraordinario polemista, se inclinó por la codicia y no por la ambición política. Se “dejó caer” ignominiosamente en la elección de 1994.
El PAN ganó espacios políticos, pero perdió su “alma”, porque era el partido conservador moderado de la gente decente que durante 50 años proclamó su fidelidad a la democracia. Cuando cerraron los ojos frente a los fraudes y abusos del PRI, primero contra Cárdenas y el PRD, y después contra AMLO, se les rompió el resorte interno para siempre. Hoy el blanquiazul está perplejo ante la posibilidad de que el PRI, aprovechando complicidades, recursos, encubrimientos e impunidades que le otorgaron Fox y Calderón, restaure el viejo régimen a carro completo (si es que nos dejamos).
Si un procurador se abocara a resolver el “caso Diego” tendría demasiadas líneas de investigación. Ofendió a muchos y se hizo vulnerable por su enorme fortuna. Habría que revisar la posibilidad de venganzas pasionales o derivadas de agravios en litigios. (Indagar con Fernando Gómez Mont y Antonio Lozano –sus socios–, como sugiere Ricardo Rocha). Quizá sacrificar a Diego sea réplica a los golpes de la narcoguerra y/o tomarlo como rehén para liberar a uno de los narcojefes. Ajustarle cuentas (recordemos su vinculación con estos temas siniestros). También habría que revisar si un grupo guerrillero no bajó a ajusticiarlo, o a tomarlo como “prisionero de guerra”.
Frente a un hecho tan grave y lamentable (yo lo lamento), Calderón como cabeza del Estado está en una posición de extrema debilidad. Su aceptación declina, su gestión es deplorable y su debilidad manifiesta. Diego es otro daño colateral en una guerra sin objetivos estratégicos, impulsada por la mala conciencia ante el fraude de 2006.
Hace meses, los expertos vienen pronosticando la escalada de los grupos criminales, ahora contra los políticos profesionales. Ahí ninguno estamos a salvo. Han empezado a matar perredistas y petistas en Guerrero; después un panista en Tamaulipas y ahora este atentado contra el mejor abogado de las peores causas y uno de los más eficaces enemigos que ha tenido la democracia mexicana.

martes, mayo 18, 2010


Boletín de la casa.

Con respecto a la reciente desaparición y búsqueda del C. Diego Fernández Cevallos (a) el Jefe Diego, La Ardilla, El Mata-Papas, La Rata y otros alias, la Dirección de Comunicación Social de esta casa de pulques y sortilegios virtuales, hace saber que:
1.-El susodicho individuo no es parroquiano de este establecimiento y jamás hemos tenido el bochorno de atenderlo.
2.-En dado caso que algún día este sujeto se hubiese acercado a nuestra barra o hubiese solicitado servicio en nuestras mesas o en nuestras barricas de inmersión, la administración se hubiera visto en la penosa necesidad de negárselo.
Si la clientela presente lo solicitase por aclamación, y en atención a sus dotes de orador cotorro, se le hubiese permitido, a lo sumo, pasar y contar algún chistorete o anécdota de sus correrías en el bajo mundo político o en el hampa empresarial mexicana.
Esto, a condición de que pagara primero y en riguroso efectivo su ración de tlachicotón y al terminar, abandonase el salón inmediatamente, so pena de llamar a las autoridades o a los elementos de salubridad municipal, para hacerlo salir del recinto a la mayor brevedad.
3.-En el supuesto del punto 2, el H. Consejo de Administración de “La Virtud” se abocaría de inmediato a realizar urgentemente un corte de caja e inventario de bienes muebles, así como una desinfección integral de las instalaciones con creolina sin rebajar y se aplicaría enseguida raticida del más potente en todos los rincones.
Como lo dictan la normatividad vigente, la cortesía mínima del ramo pulquero y los derechos humanos, se le hubiera permitido el acceso a los servicios sanitarios por única ocasión y en caso de urgencia extrema.
Asimismo, y siguiendo la tradición en este tipo de desgracias, se mandaría llamar a un cura para que echase agua bendita por doquier (exceptuando el contenido de las barricas) y posteriormente a un exorcista local o de Petacas, Nuevo León, para llevar a cabo lo conducente.
4.-Se comunica lo anterior, mirando con el debido respeto a la dignidad de la persona, pero haciendo una atrevida señal ferrocarrilera a la figura pública y a la perniciosa historia del interfecto en la vida política y económica de México.
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Imprimátur presto et vade retro Satán.

domingo, mayo 09, 2010

Las travesuras del "Millonésimo".

Este singular clérigo de alto copete (der.) es un personaje indispensable de la picaresca mexicana de nuestros días.  Se distingue por ser, como decimos en México, un tipo muy, pero muy cotorro y desbozalado, activo y multifacético.
Nunca se le ve callado o quieto. Siempre da la nota en los medios. Forma parte del elenco habitual de personalidades que aparecen, fulgurantes y felices, un día sí y otro también en las páginas de socialités de los diarios y las llamadas revistas del corazón.
Su presencia es habitual en las corridas de toros, donde ocupa una barrera de primera fila, siempre rodeado de millonetas y famosos.
Los paparazzi lo adoran, al igual que los periodistas chafas de la farándula y que nuestros patéticos cronistas taurinos de la televisión.
Estos, durante las trasmisiones de los festejos no pierden la oportunidad de entrevistarlo, lambisconearlo y pedirle, de paso, el favor y el honor su bendición (a lo cual accede con gusto el prelado, mientras, dicen las malas lenguas, esconde la mano izquierda, en la que sujeta un buen jaibol).
Monseñor es de esos tíos que cuando tienen un micrófono delante o cuando sienten una cámara enfocándolos, se transportan al Nirvana, levitan y se apropian de la escena sin contemplaciones al decoro ni temor alguno al ridículo. 
Ha sido apoderado de toreros, corredor de bolsa y de coches lujosos, y prestamista de a millón pa arriba (de dólares, se entiende).
Hace un par de años, en una corrida en la Plaza México en la que actuaba su protegido, fue tomado en close-up por las cámaras de tv en el callejón, mientras con el puño en alto y mirando al juez, protestaba furioso porque al torero no se le concedió la oreja y a todo pulmón gritaba, haciendo coro con un sector del público:  
 --Uno, dos, tres,...chingue a su madre el juéz!
 --Uno, dos, tres,...
El “Máistro Mecates”, un viejo masón de Teziutlán que a veces pasa por nuestro salón a refrescarse el gurguñate y a rendirle honores a la diosa Mayahuel, nos trae con frecuencia recortes de prensa, caricaturas y fotos alusivas a los desfiguros de algunos representantes del señor en estas tierras, tan humildes ellos y desvalidos, cuanto discretos y prudentes.
El otro día nos mostró todo un archivo, del que tomamos estas imágenes.
En la de arriba, de origen desconocido, vemos a nuestro conspicuo obispo haciendo no-sé-qué travesura al colega de al lado o quizá saludando a una multitud de emocionados fans taurinos de alguna peña que, babeando como de costumbre, lo aclaman a lo lejos.
Dice el Máistro Mecates que lo que está haciendo es el saludo fascista. No nos extrañaría.
A lo mejor es que acaba de regresar de alguna pachanga VIP en la madre patria y de pasadita se entrevistó con Rajoy y sus congéneres del PP, cuyos ancestros (valga la ocasión de que se luzcan) aparecen en esta otra fotografía de tiempos de la dictadura franquista, haciendo el mentado saludo hitleriano.
No, no es por joder, se trata únicamente de ilustrar la forma en que se hace el saludo al que se refiere nuestro amigo jacobino, el máistro Mecates. 
Y en esta otra foto a todo color podemos apreciar al humilde siervo del altísimo, cual fauno exultante rodeado de bellas ninfas coronadas, en alguna de las fiestas de gente bonita a las que acostumbra, legítimamente -faltaba más- asistir.

A poco no es la escena esplendorosa y chic?... Todo él lo es... Todo, en su diócesis de San Cristóbal Ecatepec es chic también...no?

jueves, mayo 06, 2010

En Grecia no hay líderes charros...ni lo mande Dios!
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 Enrique Galván Ochoa en su columna "Dinero" de hoy en La Jornada, escribe sobre la situación que vive por estos días la economía de Grecia, que amenaza con arrastrar a un colapso a la Unión Europea en su conjunto, y plantea, con su buen tino y agudeza característicos:
"¿Qué está sucediendo en Grecia, la cuna cultural de la humanidad, la tierra de Sócrates, Platón y Aristóteles?
Los sindicatos, a los que se ha sumado la población en general, se rebelan contra las medidas de ajuste que el gobierno quiere imponerles (...) para que el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea le preste más de 150 mil millones de dólares a fin de que pueda seguir pagando a la banca internacional los préstamos que le concedieron irresponsablemente.
¿En qué consiste el apretón del cinturón? Congelamiento de salarios, aumento de impuestos, modificación de pensiones para que los trabajadores laboren más años antes de jubilarse, alza del precio de los combustibles y otros productos y servicios controlados por el Estado griego.
¿Les parece una historia conocida?
 Sí, es la tragedia mexicana que revive en Grecia. Sólo que aquí el castigo fue apechugado resignadamente por la gente, los sindicatos charros no protestaron ni se atrevieron a decretar una huelga general. La válvula de escape de millones de mexicanos que han sido sumidos en la miseria por los sucesivos planes de shock ha sido irse a trabajar a Estados Unidos. Los líderes obreros –la miss Gordillo, Romero Deschamps, Joel Ayala, etcétera– son inmensamente ricos.
Lo mejor que se le puede desear al pueblo griego –admirable por tantos motivos– es que no repita la tragedia mexicana".
Hasta aquí el texto de Galván.
  --Ojalá, rematan al unísono varios especialistas en economía y política internacional que, leyendo la nota, sestean y trasiegan tlachicotón a la vera de frescas barricas en un rincon umbroso y apacible de este aguaje de musas y profetas. Uno de ellos, el oaxacaliforniano Ramírez de Santiago, con voz impostada e inconfundible acento, exclama:
  --Allá no hay líderes charros, ni zedillines, ni calderones, ni salinas, diegos, paco-giles, o carstens; ni existen chuchos o chuchas colaboracionistas, ni diputados poco-robas u otras especies perniciosas...es más: no hay ni mexicanos sufridos, olvidadizos y agachones.
Los griegos son más dignos y más entrones.
  -Y más cab... y más chin...!!!, gritó un parroquiano anónimo de La Virtud, desde el fondo del WC del establecimiento.

martes, mayo 04, 2010