viernes, noviembre 26, 2010


Felipe Ángeles, otro año.

El 26 de noviembre de 1919 fue asesinado en Chihuahua un soldado de la revolución, un mexicano patriota, un idealista de altura universal, un hombre de honor, cuyo ejemplo de integridad recordamos año con año en esta fecha, con particular empeño en este centenario del inicio de la lucha de 1910.
Hoy, un siglo después, el ciclo de la historia parece comenzar a repetirse: una jauría de cobardes, vendepatrias y corruptos tienen secuestrado al país. Los nuevos porfiristas y huertistas espurios se empeñan en borrar mañosamente de los festejos oficiales la noción esencial del espíritu de rebeldía que dió origen al gran proceso emancipatorio de un pueblo que se levantó contra la infamia de sus malos gobernantes.
Ironías de la vida: hace unos días, en Cuatro Ciénegas, Coahuila, tierra natal del asesino Venustiano Carranza, el cabildo en pleno homenajeó a ciudadanos distinguidos de aquella hermosa tierra. Entre ellos estaba el nombre de un insignificante esbirro y amanuense del llamado varón, quien formó parte de aquel vergonzoso “consejo de guerra” que, mediante una farsa, escrituró el asesinato de Felipe Ángeles, por encargo del prócer.
Aún ladran los perros...aún ladran, Sancho, aún ladran.
Vivimos tiempos de reivindicación histórica: ya nos hartaron los rollos pedantes con que la carranclanería ilustada e impune tapizó la superficie de la revolución como si fuera la pared de su sala de estar. Todavía ayer, perfumados y fatuos licenciados saltillenses publicaron sin ningún pudor biografías insustanciales y libelos declamatorios sobre el constitucionalismo gandalla que sostuvo a Carranza después del 17 y sacó partido de su sevicia y megalomanía, hasta que lo eliminaron con sopa de su propio chocolate en Tlaxcalantongo en el año 20.
Por fortuna hoy, historiadores de prestigio (no descendientes en busca de lustre a-como-de-lugar, ni licenciados aficionados a la poesia y a sombrerear a políticos de turno) como Federic Katz, Adolfo Gilly y, últimamente, el acreditado especialista Pedro Salmerón, así como autores de novela histórica reconocidos por su sello iconoclasta, entre los que destaca Paco Ignacio Taibo II, echan luz sobre la otra cara del movimiento armado y le abren paso a la obra de nuevos investigadores con propuestas de análisis histórico más confiables que los bodrios laudatorios de un carrancismo inercial y acrítico que por fortuna comienzan a languidecer y a sonar bofo, porque, ante el estudio riguroso de la copiosa documentación que se conserva del "constitucionalismo", no hay mentiras y manipulaciones históricas que resistan tanto tiempo.
Cosa parecida sucede con el hartante y mitómano, cuasi guadalupano, "zapatismo" cecehachero, creado por los sonorenses corruptos y demagógicos que ganaron, desvirtuaron y mangonearon la revolución, a partir de un tal Emiliano, un personaje menor, torvo, briago, cobarde y ensombrerado, oscuro y apantalla-pendejos -pero, eso sí, muuuuy fotogénico- que traicionó a Madero, que jamás estuvo en un combate, que no repartió ni un centímetro cuadrado de tierra en los 10 años que dominó el valle de Morelos, y que jamas de los jamases pronunció la frase de Tierra y Libertad que le atribuyeron y lo ha hecho famoso.
Recomendamos la lectura del ensayo sobre Felipe Ángeles que publicó Adolfo Gilly en la revista Letras Libres hace un par de años, pinchando aquí.
La Virtud coloca, como cada año, una ofrenda en su altar mayor para nuestro personaje; esta vez en forma de retablo laico, elaborado por el tlachiquero de turno y su equipo de pulque-servidores.
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La figura del cucificado es una parte que, con el mayor respeto. nos atrevimos a tomar de la admirable obra plástica de un pintor cuyo nombre desearíamos conocer para obtener su visto bueno y otorgarle el crédito que se merece.

miércoles, noviembre 24, 2010

Autoelogio (con cargo al erario).
2000-2010: celebrando el desastre

"A partir del supuesto de que hay materia para celebrar, Felipe el festivo organiza reunión de domingo en el Auditorio Nacional para recordar que 10 años atrás el panismo llegó al poder.
Foxismo y calderonismo unidos en el autoelogio con cargo al erario, aunque uno fuera caracterizado por la alta corrupción que tuvo como estrella a la señora Marta y sus hijos de negocios privilegiados y otro estuviese caracterizado por el bajo nivel a que ha llevado al país entre crisis y “guerras”.
Pero los panistas consideran que la década perdida merece pachanga, con la presencia de sus cuadros gerenciales comisionados en los estados a título de gobernadores, con sus bancadas legislativas doblegadas y minoritarias, con la elite rapaz instalada en secretarías de Estado y en direcciones generales, con un panismo uncido al gobierno federal, incapaz de elegir dirigentes que no sean enviados por Los Pinos.
Diez años de tragicomedia, con FC en lo trágico, sin siquiera posibilidades cómicas, y Fox en lo cómico que también fue trágico".
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Texto: Julio Hernández López, Astillero, La Jornada, 24 nov. 2010.
Imágen: felifecal.blogspot.com


viernes, noviembre 12, 2010


Esparciendo polilla y regando el tepache...
 Ah, qué don Benedicto!

Hace unos días, el Papa Benedicto Ratzinger visitó España y regó el tepache estrepitosamente con declaraciones que, por la forma y el fondo, parecen habérsele ocurrido a alguno de sus múltiples antecesores putrefactos que nos describe con lujo de detalles el gran escritor colombiano Fernando Vallejo en su famoso libro "La Puta de Babilonia" cuya potada aparece arriba y en el que explica porqué le ha endilgado tal mote a la santa iglesia católica.
Pulques Finos La Virtud no recomienda leerlo (vamos, ni verlo de lejecitos) a personas de espíritu medroso, legionarios, cursillistas, hijas de María, nacoburgueses del Bajío y Monterrey, concanacos, etc., so pena de sufrir un infarto al mondongo. Ni mucho menos, ya en lo personal, a doña Chonita, apasionada lectora de Vanidades, Hola, Crónica, Milenio, Sosho, Corín Tellado y Enrique Krauze, suegra del licenciado Manos Prietas, dilecto parroquiano de esta casa, que no nos ha liquidado la cuenta de septiembe y octubre del pulque que le llevamos a domicilio.
Tampoco invita a meterle diente al texto que sigue a la mochería del rumbo de nuestra descreída y apóstata pulquería, porque su lectura puede desatar súbitos ataques de flato metralleto; ni lo mande dios.

La Iglesia no cambia

Octavio Rodríguez Araujo; La Jornada, 11 de Noviembre de 2010.

Cuando Benedicto XVI, jefe mundial del catolicismo, declaró hace unos días que España atraviesa un periodo de laicismo agresivo y lo comparó con los tiempos de la Segunda República, lo que hizo fue ratificar el aval y el apoyo que su Iglesia le dio a la dictadura de Francisco Franco, “caudillo de España por la gracia de Dios”.
La Segunda República, me permito recordarlo, instituyó la separación de la Iglesia y el Estado en su Constitución de 1931, y en su artículo 26 señaló que “todas las confesiones religiosas serán consideradas como asociaciones sometidas a una ley especial” y, más importante aún –por su significado en México después de que el vocero de la Arquidiócesis dijo que por encima de nuestras leyes estaban las de Dios–, fue que explícitamente señalaba que quedarían disueltas las órdenes religiosas “que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado”.
Esto y más lo echó abajo el franquismo y al Papa alemán le ha molestado que ese laicismo de la República Española haya sido retomado por los gobiernos posteriores a la larga noche de la dictadura que no sólo fue fascista sino favorecedora de las órdenes religiosas más reaccionarias del siglo XX, entre ellas el Opus Dei y la Legión de Cristo, ahora tan de moda por los crímenes de Marcial Maciel.
La Jornada (6/11/10) citó una significativa declaración de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que reúne a víctimas y familiares de la represión de Franco: “Es lamentable que Benedicto XVI haga esas declaraciones en uno de los países donde se han producido más abusos de todo tipo por religiosos católicos”, y que “haya desaprovechado la oportunidad de pedir perdón por el apoyo de la Iglesia católica a la dictadura”.
No conforme con esas reaccionarias declaraciones, que nos recuerdan el nefasto papel de la Iglesia católica en la persecución de judíos y musulmanes, la Inquisición y las bendiciones papales al fascismo europeo y latinoamericano, Benedicto volvió a la carga en contra del Estado laico, del aborto, de los anticonceptivos, del condón, de la homosexualidad y de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y, por si no fuera suficiente, en el colmo de la chabacanería estética, consagró la feísima iglesia diseñada por Antoni Gaudí que ni siquiera está terminada.
En México sabemos muy bien lo que significan declaraciones como las mencionadas, realizadas por el jefe mundial de la Iglesia católica. Las padecimos en los tiempos de Calles y el maximato, cuando hubo encíclicas directamente dirigidas a incitar a la rebeldía contra nuestra avanzada Constitución (previa, hay que decirlo, a la de la Segunda República española) y a desobedecer a los gobiernos de nuestro país. Las padecemos ahora en voz de la alta jerarquía eclesiástica y de los grupos de católicos seglares que representan a las fuerzas más reaccionarias de nuestra maltratada nación, a la contrahistoria y a los valores cuasi fascistas que insisten en revivir.
En unos días saldrá a la luz un libro que titulé (provocadoramente, lo confieso) La Iglesia contra México. Este libro, con veintiún autores*, será una aportación al debate sobre el tema. Se abordan los problemas de la intervención de la Iglesia contra el laicismo y sus campañas no olvidadas contra el comunismo (aunque éste no esté de moda en la actualidad); sus ataques a las instituciones de la República y a las leyes que permiten el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo y a las limitaciones para que curas y monjas se apoderen de la educación de los niños, por lo menos en las escuelas públicas. Se destaca también su oposición a los homosexuales, al condón, a la “píldora del día siguiente”, a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, a la libertad de las mujeres, incluso católicas, para decidir sobre su propio cuerpo, a la democracia, a la ciencia y a la libertad de creencias. También hace referencia a otros temas de enorme importancia como la relación con el narco y al uso de la religión como fuente de poder.
La Iglesia católica (y no es la única) sigue insistiendo en la imposición de sus obsoletos valores religiosos en la esfera pública y, por quién sabe qué razones, continúa pensando colectivamente (como institución) que el hecho de que en algunos países tenga seguidores (su famoso “rebaño” de fieles) la autoriza a meterse en el reino del César en lugar de conformarse con el reino de Dios, que debiera ser bastante. ¿Habrá en la Iglesia católica otro papa como Juan XXIII? Bueno sería que hubiera otro aggiornamento como lo intentó ser el Concilio Vaticano II: buscar lo positivo de los tiempos nuevos y establecer un fructífero diálogo con el mundo de nuestra época con énfasis en lo que une a la humanidad y no en lo que la separa.
Benedicto/Ratzinger no ha querido reformar su iglesia ni entender lo que la mayoría de la gente, religiosa o no, desea en su vida cotidiana. Cree, neciamente, que sigue viviendo en la España de los reyes católicos del siglo XV y su limpieza religiosa. Piensa que vive todavía en la época de las conquistas y sometimientos de entonces, nada cristianos por cierto aunque se les llamara “evangelización”. La intolerancia sigue esparciéndose desde el Vaticano en similar proporción que sus nexos y complicidades con las fuerzas más conservadoras y poderosas del “mundo cristiano”, razón por la cual pierde adeptos y aceptación entre las nuevas generaciones.
* Los autores son: John M. Ackerman, Rafael Barajas (El Fisgón), Bernardo Barranco V., Roy Campos (Consulta Mitofsky), Fernando del Paso, Álvaro Delgado, Rodolfo Echeverría Ruiz, Javier Flores, Felipe Gaytán Alcalá, Antonio Helguera (Helguera), Juan Luis Hernández, José Hernández (Hernández), Marta Lamas, María Consuelo Mejía (Católicas por el Derecho a Decidir), María Marha Pacheco, Braulio Peralta, Samuel Ramos Palacios, Gonzalo Rocha (Rocha), Octavio Rodríguez Araujo, Pablo Serrano Álvarez y Josué Tinoco Amador.
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Imágen: Editorial Planeta.

viernes, noviembre 05, 2010


El incómodo.

Finalmente el incómodo se fue de su tierra, no sin antes poner la otra mejilla para que ellos se hartaran de oprobio. Tomó su viejo maletín, empacó algunos harapos y un par de libros y se marchó en silencio, sin más testigos que la luna llena que iluminaba el camino y un gato que lo miraba desde una azotea.
Por su condición de hijo pródigo retornado, había debido aceptar iniquidades y desaires desde que, confiado, arrimó su barca al puerto nativo, luego de recorrer mares ignotos. Al acercarse a los suyos, no lo esperaban el calor y el cariño del hogar recobrado; lo aguardaba una ruindad desconocida para cebarse en su desprendimiento; una inquina feroz se ensañaría con su decencia y sus ideas. Tan solo por no adaptarse al corralito ni transigir con infamias y corruptelas se había ganado malas voluntades de quienes menos esperaba. Querían despojarlo hasta de su dignidad.
Primero lo usaron a su conveniencia, después intentaron avasallarlo; al final le negaron la entrada a la que alguna vez fue su casa, le mostraron las uñas y para que no quedara duda, le enseñaron los colmillos.
Ni siquiera intentó contrariarlos, ni un reproche salió de su boca; su acuse de recibo fue el silencio. Cuando se echó a andar, sintió que a sus espaldas,  el viento, burlón, le decía :
  --Vete de aquí, ingenuo... vete, aquí ya no cabes.
  --Hoy nada tienes aquí...tenías, pero hace tiempo...
Ellos disimularon su alivio cuando lo vieron alejarse. Y cuando por fin se perdió en la noche del exilio, cerraron las puertas y se sentaron a celebrar: ahora nadie les estorbaba.
El trastierro del incómodo fue para ellos una felíz y clamorosa victoria cultural; para él, una tragedia que le cambió la vida.
Nunca se le volvió a ver por allí.
Bécquer decía que el supremo dolor era el de la miseria y el desamparo; los filósofos de Samarcanda afirmaban que la peor desdicha era la incomprensión convenenciera; los poetas líricos de Atenas, que las penas más dolorosas eran el destierro y el desprecio de los seres queridos.
El telón de esta historia se abre de nuevo por un instante, solo para añadir que, aquellos que echaron a Charlot a patadas en un lejano día, y durante largos años se solazaron en su ausencia, ahora andan diciendo que es un malvado porque los abandonó, y sobre todo porque no ha regresado a perdonarlos.

lunes, noviembre 01, 2010


Ándale...toma tu Hallowin.

Retablo Mayor
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En lo sucesivo, mientras la andadura virtuosa continúe, cada dia de muertos presentaremos a nuestros personajes consentidos en la imágen de su retablo, del retablo mayor de la casa.
Contiene nombres de aquellos que guían, modelan y adornan el espíritu de este sacrosanto lugar de sesteo y amussement de sirenas, transeúntes, licenciados y pulqueros. Son seres de otros tiempos que dejaron bién grabada su impronta en el mundo. A algunos ya casi nadie los recuerda; la luz de otros fulgura cada día con más fuerza. Son los padres sagrados de La Virtud, sus padrinos y madrinas, la parentela que mora en los cielos y en los infiernos, y allá seguirá por el resto de la eternidad.
Nuestros padrinos de lujo, don Omar Khayyam y don José Guadalupe Posada brindan calor y apapachan a todos por estos días. A todos les sirve su jícara de pulque virtual a discreción o. si lo prefieren, se les asigna barrica personal para libaciones por inmersión. A todos se les pone su veladora en vaso y su ramo de flores de zempasúchil. A todos se les venera y agasaja con mimo casero y se les hace venir en las tertulias de luna llena, cuando afuera los coyotes aúllan por el monte y acá, en el salón, ya de madrugada, bajan los duendes a hacer de las suyas.
Es menester dejar claro que no están todos los que son, ni son todos los que están.
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San Pascual Bailón no está porque salió al mercado a comprar cebollas y un tenemaste para el fogón, y no contestó cuando pasaron lista de presente para la foto.  El nombre de Posada tampoco apaece porque éste se negó de plano, alegando que él era solamente el encargado de "los papelitos y las calacas de ocasión"
También tenemos en el muro, a la vista del público y junto al retablo mayor, la sección denominada "Purgatorium Vivarium Pasajerum" en la que -acertó usted- se colocan temporalmente algunos nombres de candidatos en espera de pasar a éste.  Actualmente dicha sección se encuenta desierta, ya que recientemente se ha decidido borrar (con thinner y cepillo) los nombres de Carlos Fuentes, Felipe González (el andalúz, no confundir con otros) y Cuauhtémoc Cárdenas. 
Hoy, después de leer esta entrada, varios parroquianos de pro se acercaron indignados al comité de nomenclatura y exigieron incluir el nombre del protervo monero Rius en esta sección. Vox populi vox dei.