miércoles, marzo 24, 2010

Desgracias y desverguenzas nacionales.
La (tremenda) Corte ataca de nuevo: anatocismo al revés.

En mayo de 1987 un cliente de Chihuahua acudió a Banamex a invertir 400 mil viejos pesos. Las tasas de interés eran entonces elevadas. El contrato del banco establecía una tasa fija de 91% renovable cada 28 días. Tiempo después, en el 2000, el depositario acudió a la sucursal a hacer efectivo el pagaré y le dijeron que regresara en cinco días. Cuando volvió, se negaron a pagarle y un abogado del banco le dijo que reclamara su dinero por la vía judicial. Así lo hizo y, contra todos los pronósticos, ganó el juicio en primera instancia en abril de 2006.
Volvió a ganar la segunda instancia. El Supremo Tribunal de Chihuahua condenó a Banamex a pagarle mil 462 millones de pesos “más los que continúen causándose hasta la fecha en que se liquide el total del adeudo a razón de las tasas pactadas”.
El banco se amparó, y maniobró para que el caso lo atrajera la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ante ello, los afectados contrataron entonces a Diego Fernández de Cevallos, para la defensa de su caso. (Pá los toros del Jaral, pensaron los muy ingenuos)

El contrato, como se escribe arriba, era por una inversión a 28 días, con una tasa de 91% de interés renovable al terminar el plazo fijado; en el mismo se especificaba: “Los intereses le serán renovados el día del vencimiento al mismo plazo” y “De no contar con instrucciones al vencimiento se renovará (en las) mismas condiciones”.
Ayer, la honorabilísima Suprema Corte de Justicia hizo una inverosímil y espectacular interpretación, inapelable además, que benefició, obviamente.... al banco.
Su cliente mordió el polvo y recibirá solamente algo así como tres millones de pesos.
Había que taparle el ojo al macho. Mas o menos como en el fraude electoral de 2006, cuando lo ministros del tribunal electoral dijeron "si, las cochinadas de Fox son ilegales, pero nomás tantito"
Clamorosa ha de haber sido la carcajada de Diego Fernández de Cevallos que, se embolsó facilito una (una?...una nada más?, je-je) sabrosa comisión, descontada de lo que finalmente Banamex pagará a su cliente. Este repugnante pillo es un experto en estos asuntos. Hace años, defendió al banco y ganó, pero al revés, es decir en un caso de anatocismo en contra de un cliente, el cual, sí tuvo que pagar intereses sobre intereses.
En suma, ahora resulta que el anatocismo, declarado legal por la misma Corte hace una década, lo es, pero, eso sí, cuando se aplica a los usuarios de la banca: que paguen intereses sobre intereses, y si no, al bote.
  --Pero cuando se trata de que los bancos paguen a la letra sus obligaciones con los mismos clientes...Noooooo!....como creen????....Nooooo!, eso es ilegal, además, la Suprema (corta) nos protege.
Las argumentaciones adicionales de estos pervertidos y peligrosísimos sujetos que ponen la justicia al servicio de los poderosos, son unas “obras de arte”, especialmente lo declarado por los ministros Guillermo Ortiz Mayagoitia y Sergio Aguirre Anguiano: Se trata de "razonamientos" dignos de aparecer con letras rojas en la antología universal del cinismo y de la politización convenenciera de la justicia. 
Léalas, disfrútelas usted aquí en la nota de La Jornada.
Se trata de un caso pavoroso que pone los pelos de punta y levanta el umbral de la impunidad en que operan los bancos extranjerizados, así como la evidente descomposición  que priva en el estado mexicano; el frenesí de complicidad que existe entre las clases dirigentes de este país que, al parecer, ya perdieron el sentido de la cordura.

Pobre México...a donde iremos a parar?
No es esto “delincuencia organizada”?

3 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Eminencia: ¿Acaso no sabía Usted que la voluntad de Dios solamente debe hacerse en los bueyes del compadre?

Un abrazo.

Armando Moncada dijo...

Sí, Maese; pero lo que no sabía a ciencia cierta es el grado de perversión, toxicidad y sobre todo cinismo de estos perniciosos "máistros" de angora.
Saludos

Xavier González Fisher dijo...

¡Y lo sabios Eminencia! Acaban de demostrar la Teoría de la Relatividad de Einstein.

Dijo el Filósofo de Güemes: "lo que de aquí p'allá es de subida, de allá p'acá, es de bajada..."

Pues los viejos nagualones esos acaban de demostrar que eso es cierto, "según el color del cristal con que se mire...", o sea, que todo es relativo.

Y es que imagínese, que fueran al cajero a pellizcar su quincena y que en la pantalla les saliera un mensaje de que no hay "lux" porque se le está "abonando" al que le ganó un litigio al banco...

Entonces, pues a cuidar los intereses... propios.