martes, diciembre 07, 2010


A la tierra que fueres...

Cuando estos chicos nos visitaron, entraron al salón sigilosos, intrigados y con una sonrisa pícara y tímida a la vez. Con la mayor corrección y urbanidad británicas saludaron bombín en mano al personal y preguntaron por nuestro famoso Servicio de Inmersión a nuestro también famoso pulquero Curro Copetes, quien estaba en ese momento a cargo en en la barra y los atendió con diligencia y esmero, indicando a grito pelón al chalán de servicio:
  --Trabaja un completo!
Este servicio o modalidad de consumo de género líquido en una pulquería fue inventado por el gran monero Rius allá por los años sesentas del siglo pasado, cuando regenteaba "Los Supermachos" en el legendario pueblo de San Garabato, Cucuchán; y consiste precisamente en eso: en meterse a un barril lleno de exquisito elíxir de Mayahuel y refrescarse por dentro y por fuera el tiempo que se desee.
Una vez dentro, se pueden hacer olitas, o cantar y hacer burbujas como dice la canción de Juan Luis Guerra, aunque en este caso no sean precisamente burbujas de amor, sino de fragante tlachicotón de los llanos.
Algunos parroquianos de gustos refinados piden hasta una pelota o un barquito de juguete para entretenerse en su deleitoso remojo.
El caso es que Lauel el flaco, como siempre, tomó la delantera y se metió en el barril resueltamente, solo que, al sentir el frío tlaxcalteca del rico neutle inundándole la barriga y las sentaderas, comenzó a hacer pucheros y a proferir invectivas soeces y chingaderas impublicables. Menos mal que lo hizo hablando en cockney (inglés populachero, digamos del Tepito de allá) por lo que la clientela presente no supo de qué se trataba, ya que, en su gran mayoría desconoce (aún) el idioma de Sheakspeare.


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