viernes, abril 29, 2011


 El sueldo, esa rémora populista.

Ha llegado el momento de trabajar duro por el país.
Pero de verdad.
Es que no entienden que estamos en crisis?
Enmedio de una crisis como esta, ya no podemos darnos el lujo irresponsable de dilapidar la riqueza nacional con privilegios absurdos como las pensiones, los subsidios, las indemnizaciones por despido, el café de media mañana, la educación, el Seguro Social, agua corriente, el derecho a huelga, los tratamientos gratuitos contra el cáncer etc, y ya encarrerados, porqué no piden de una vez que les paguemos las cervezas el sábado, bola de haraganes?

Eso está claro y lo sabemos todos. Quien ahora anda en la chilla, debería haber ahorrado durante la época de vacas gordas.
Tú, por ejemplo, en lugar de comprarte ese horrible estéreo que sólo te gustaba porque tenía unas bocinotas plateadas para apantallar a cualquiera que entrara a tu sala, deberías haberle comprado calzones a tu mujer o una lavadora, de perdido. Ahora, por pendejo, no te queda más perspectiva que el Monte de Piedad. 
Mala suerte para tí, pobre tonto.
En definitiva, en el México del siglo XXI hay que ir más allá. Me refiero a los sueldos.
Insistir en cobrar por trabajar no es más que un atentado inaceptable e injusto a la libertad de los empresarios, cuya misión es triunfar adecuadamente, en beneficio de todos. Los empresarios tienen que imponer sus ideas, contando con la protección del gobierno, cuya función como mínimo, debe ser garantizar la libertad y los derechos de las empresas.
Ya lo dijo el presidente Vicente Fox y lo está cumpliendo también el presidente Calderón, nomás que a éste no lo dejan trabajar los diputados de la oposición, los senadores priistas y los molestos perredistas de siempre y el maldito Peje ése:


--El gobierno es de empresarios, por empresarios y para empresarios!!!


Sé que a una minoría conflictiva y pasada de moda no le gustará esta idea, pero todo el mundo entiende que la riqueza de un país se crea gracias justamente al empresario. Ya basta de lastrar al sector empresarial con leyes arcáicas que le imponen la carga de los sueldos porque si no, el PIB se quedará estancado y esto sólo se traducirá en aún más desempleo del que padecemos, aunque no lo es tanto, eso más bién es propaganda de los economistas comunistoides de la UNAM que en todo quieren meterse y que mejor harían si se pusieran a trabajar como los de la Ibero o los del Tec, no solo andar gritando en marchas y plantones.
¿Quién quiere estar sin trabajo?... Digo...aparte de ti, pinche vago, dime quién, pinche muerto-de-hambre, igual de latoso y discutidor que esos del sindicato de electricistas que ya nos tienen hasta el copete y nomás andan ahuyentando las inversiones extranjeras.
Sí, soy consciente de que el sistema de cobrar por trabajar tenía sus ventajas, pero es evidente que ya pasó de moda, que ya es obsoleto e insostenible, pues irremediablemente produce desempleo. 

A ver si me entiendes: los empresarios no se pueden permitir más que un número limitado de empleados porque sus ganancias anuales se pueden reducir; y eso es muy negativo para todos. Mira, con que las ganancias anuales bajen nadamás uno o dos puntos porcentuales, el empresario se va a la ruina y hasta se puede desencadenar el proceso inflacionario.
Por eso hay que abolir los sueldos y desterrar para siempre esa perniciosa costumbre. Hay que modernizarse y estar acorde con los tiempos para competir en la globalización. Qué no has oído que lo más importante de una economía sana es la competitividad?
El sueldo de los trabajadores es el enemigo número uno de la productividad; esto es un axioma, es la base de los negocios exitosos.
Fíjate, si un trabajador tiene un costo cero para la empresa, el empresario puede contratar a más gente, lo cual se traducirá como es natural en una práctica eliminación del desempleo, además de en un consecuente aumento de la producción, de la productividad, de la economía.
Asimismo, al haber más mano de obra, está más claro que el agua que se podría terminar con lacras como las horas extras: cada cual podría esforzarse en sacar su chamba o en terminar la tarea que se le ordene y entonces largarse a descansar o a echarse unos tacos o irse a dormir al parque debajo de unos cartones después de jalar sus doce o trece horas de rigor.
Deberían darle gracias a Dios que tienen trabajo.
Lo que ocurre es que no saben o no quieren apreciar las bondades de este sistema y se niegan rotundamente a reconocer que los perjuicios que provocan los sueldos y salarios es simplemente estar anclado en un pasado izquierdoso y comunistoide tipo Hugo Chávez en Venezuela, que sólo conduce a la ruina y a la inestabilidad como país y hasta al asesinato de cientos de millones de personas.
Ya es hora de aplicar criterios científicos a la economía. Criterios que den resultado, que nos alejen del populismo y que nos ayuden a mantener un crecimiento económico sostenido y prolongado en el tiempo, gracias a un mercado libre de interferencias, exceptuando naturalmente, aquellas que favorezcan al sistema financiero, a la banca, que son los que nos dan estabilidad y protegen nuestros ahorros.
Es más: ustedes se niegan a entender que los humanos hemos venido al mundo a trabajar y que esto es lo que, sin ningún tipo de dudas, nos realiza como personas y como hijos de nuestro padre Dios.

Si trabajar es nuestra obligación como seres humanos, y además es un placer, entonces no tiene ningún sentido cobrar por hacerlo.
Es que, bien mirado, el dinero no tiene nada que ver con el trabajo. Quien quiera ser rico, que haga lo que se dice que hemos hecho siempre los ricos: heredar o robar.

Cartón del monerohernández.
Texto: adaptación de http://jaime.antville.org/stories/2042036/

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