martes, diciembre 13, 2011

 Esperpentos nacionales...
 La dorada medianía de un rico Basilión, a ritmo de danzón.

La Comisión Nacional de Salarios Mínimos, entelequia surrealista del gobierno federal que infunde más respeto técnico y político que un espantapájaros, cada año sale a anunciar el incremento que se habrá de otorgar a las percepciones de los trabajadores.
Tal aumento no se aplica como debería de ser, en función de la pérdida del poder adquisitivo según mediciones precisas y sencillos análisis econométricos, sino de lo que dispongan por sus pistolas la oligarquía empresarial y el ejecutivo en turno.
Dicho anuncio se ha vuelto ya una pantomima ritual de los gobiernos y es uno de tantos esperpentos nacionales que movería a risa si su impacto no fuera tan pernicioso en la economía del pueblo trabajador asalariado.
En los últimos años, en las administraciones aciagas del merolico de Guanajuato y del actual ocupante espurio del poder ejecutivo, la pantomima ha devenido en obscena befa, en burla grotesca para los trabajadores más pobres:
El salario mínimo diario para el año 2012 en zona “C” será de $59.02, ya con el aumento del 4.2%. Dos pesos más al día.
La buena nueva ha sido pomposamente cacareada hace unos días por el “presidente” (vaya cargo) de la vacilada esa, un vejete llamado Basilio González Núñez, cuya fotografía, luciendo una enigmática sonrisa monalisa, ponemos arriba para deleite del personal.

  --Y aquí, suplicamos a ud. imaginar y tararear unos compases del danzón Juárez antes de leer el párrafo siguiente.

  --¿Y cuánto gana el sonriente individuo que preside de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y que, por cierto, -je-je- lleva veinte años en el puesto?
  --Pues bien, mensualmente Basilio González Núñez obtiene (cifras oficiales) 125 mil 84.30 pesos netos, igual a 72 salarios mínimos de 2011, más cuatro seguros (institucional, colectivo de retiro, gastos médicos y separación individualizado) y todas las prestaciones de ley, incluyendo 40 días de aguinaldo y 20 días hábiles de vacaciones. Aparte, “gastos inherentes a su puesto” (1).
(1) Carlos Fernández-Vega; Columna México, S.A., La Jornada, 13 dic. 2011).

Sopas, perico!, cosillas del sistema...

No hay comentarios.: