domingo, enero 27, 2013



Júbilo entre los hambreadores.

Luego de que Peña Nieto anunció con bombo y platillo su siguiente número de gobierno, la llamada Cruzada Nacional contra el Hambre (vaya nombrecito), los grandes empresarios que lucran precisamente con el hambre del pueblo de México manifestaron su beneplácito y muy frescos, –je-je- sin pudor alguno se frotaron las manos en público.
Qué quienes son?...pues ya sabemos, ya los conocemos.
Además de los abarroteros que venden caro y recogen morralla en las cajas de sus tiendotas (¿desea redondear?) y deducen de impuestos cantidades alucinantes para luego invertir una mínima parte en “obras de caridad”, el júbilo es generalizado y mayúsculo entre los verdaderos ganones de altos humos.
Estos, al contrario que los sorianos y demás mercaderes, no dan la cara; son un puñado de grandes importadores y productores de alimentos y básicos que, aprovechando la manga ancha que les brindaron los gobiernos PANaderos después de acabar con la CONASUPO, han especulado a placer y elevado los precios de la canasta básica de manera espeluznante, aprovechando la inestabilidad de los mercados internacionales y la inexistencia de controles del gobierno federal.
Las historias perversas del encarecimiento exponencial del azúcar, los granos, el tomate, la canallada del huevo y otros muchos están allí como ejemplos rampantes del pernicioso proceder de este grupúsculo impune.
Los cerdos que nos pinta el monero Hernández en el cartón de arriba seguirán engordando obscenamente, mientras el campo mexicano siga improductivo y abandonado, como lo dejaron el merolico Fox y el espurio Fe-Cal y en tanto el estado continúe remiso a instaurar los sencillos y elementales mecanismos de regulación en el abasto alimentario que existen en cualquier país.
Allí está la clave de todo. Es exactamente la misma idea de lo que ha ocurrido con los energéticos durante la docena trágica de los gobiernos de empresarios y para empresarios. "Alguien" no permite que PEMEX invierta en refinación para que la gasolina y otros derivados se importen y "alguien" haga el super negocio. No importa que a México se lo lleve la chingada.
Todo parece indicar que ahora, los perfumados funcionarios de la nueva República de Toluca siguen la misma línea: dejan intacto el esquema que implantaron sus antecesores blanquiazules, pero a la vez se hacen patos imponiendo programas asistenciales y cruzadas populistas que parecen concebidas por sus muy católicas consortes y modeladas con los mismos criterios con que ellas hacen sus “obras de caridad” en la Asociación de Damas del Club Campestre.
Ya veremos como la dichosa cruzada que nació por cierto sin recursos, o sea de membrete, terminará siendo tremendamente exitosa, como suelen decir los reaccionarios, y beneficiará no a millones de mexicanos pobres, sino a unos pocos especuladores que aplauden complacidos.
Además, y por si fuera poco, mientras el nuevo gobierno inicia de una cruzada nacional contra el hambre, al mismo tiempo se desgañita anunciando que, como parte de su ideología de la modernidad, impondrá el IVA a los alimentos y a las medicinas.
Qué chulada.
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Cartón del Monerohernández.

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