jueves, enero 17, 2013



Mal comienzo de sexenio...
Declaración patrimonial o grotesca vacilada?

Al igual que como lo ha hecho ya en otros ámbitos, la administración federal que encabeza Enrique Peña Nieto comienza mal sus funciones en un asunto de la mayor importancia para la moral nacional, así sea ésta de carácter simbólico: el hacer público su patrimonio según marca la ley.
La prensa nacional da cuenta de que su declaración personal de bienes que ha hecho pública –y con ella la de sus principales colaboradores- solo menciona por nombre, pero omite el valor de las propiedades que posee, así como también los bienes muebles e inmuebles y cuanto valen, a nombre de su cónyuge y de sus parientes más cercanos.
Qué caso tiene entonces el cumplimiento del trámite y lo que representa en costos administrativos?
Esa información incompleta, deliberadamente mocha, es la misma que se presenta a la Secretaría de la Función Pública?...o esa es otra?...de qué se trata?
La pandilla que adquirió la presidencia tiene tan mal concepto del pueblo mexicano que, nada más comenzando la función, ya le suelta la primera engañifa (y además con el mayor descaro) en algo tan sensible como lo es la cacareada transparencia?
Creen estos sujetos que más de cien millones de mexicanos no perciben el tufo inocultable a gato por liebre en un punto particularmente sensible como lo es el tongo evidente para blindar mediaticamente la acumulación de riquezas durante el ejercicio del poder público?
El hacer pública la declaración patrimonial no es un acto ridículo e insensato de simulación, aderezado con discursos como el que nos echó el día de ayer, por demás exageradamente publicitado en los medios, el político mexiquense?
Refinada hipocresía para inmunizar el futuro de los nuevos próceres contra el eventual castigo por probables actos de enriquecimiento ilegal aprovechando sus cargos de gobierno? 
La propaganda oficial ya puede atiborrarnos de anuncios moralizantes, recordándonos hasta el cansancio que el recién estrenado jefe del ejecutivo es respetuoso del estado de derecho.
En medio de un ambiente de esperanza para muchos mexicanos luego de los doce años de saqueo y cinismo de Fox y Calderón, los priístas montan lo que parece una comedia de humor negro. Parecen ignorar que el lugar de impresionar al pueblo, lo insultan con una torpeza desusada e irritante.
En esta farsa de costosa escenografía, el primer actor, el funcionario que ostenta el cargo público más elevado del país, el mismísimo presidente de la república, se presenta frente a sus gobernados en la tribuna adoptando una pose de tribuno romano; pasea la vista sobre ellos con estudiado aire de suficiencia y en el clímax supremo, levanta la ceja y le da vuelta a la tortilla. 
Trampeando clamorosamente al espíritu de la ley, omite poner a disposición de sus gobernados la verdad completa de sus bienes al tomar posesión del cargo y además declara que muchos de sus bienes proceden de “donaciones”, sin precisar el nombre del donante. 
Si tuviera verdadera voluntad política y compromiso real contra la corrupción, nada le costaba al señor Peña no solo registrar y hacer del conocimiento de la ciudadanía el valor de sus pantuflas y el de la máquina de coser de su consorte, sino reiterar hasta el cansancio la necesidad de precisión en los datos de su patriminio familiar, e invitar a sus colaboradores a hacer lo mismo con la mayor pulcritud.
Si el primer magistrado de la nación así procede, entonces, el resto del elenco lo habrá de imitar?
Si Jesús Murillo Karam, el nuevo Procurador General de la República “no aceptó” publicar su declaración patrimonial, segun informaron los medios, entonces, porqué su jefe no "le acepta" la renuncia de inmediato para dar un buen ejemplo al pueblo de México?
Viva México...viva la transparencia!
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Indispensable, el documentado artículo de Carlos Fernández-Vega en La Jornada del día siguiente:
http://www.jornada.unam.mx/texto/028o1eco.htm

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