Esperpentos
nacionales...
Cae el Niño
Verde!
Cuando uno
lee de pronto en la prensa que el Niño Verde ha caído, lo
primero que se viene a la mente es que este personaje glamoroso de la picaresca
política mexicana y dueño del Partido Verde Ecologista de México ha sido capturado (al fin, caraxo!) a causa de alguna de sus sabrosas
y folclóricas trapacerías amparado en sus cargos públicos. Sin embargo, este
no es el caso...por el momento, digamos.
Lo
que ha ocurrido es que, en un operativo anti-borrachos de la policía de la
ciudad de México durante la madrugada del pasado sábado, este sujeto fue
detenido y conducido a la célebre cárcel preventiva llamada El Torito. Iba en completo
estado de ebriedad.
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El Niño con el jefe de la nación. |
Informa la
nota roja de los diarios que Jorge Emilio González apodado el Niño Verde (ahora
es senador por el estado de Quintana Roo) iba al volante de un lujoso Mercedes
Benz cuando fue capturado y sometido a la prueba del alcoholímetro.
Al dar
positiva ésta y ser detenido, González dio un nombre falso y sus guardaespaldas
intentaron liberarlo mediante las argucias en uso, lo que al final no fue
posible y –sorry, mi niño- los gendarmes se lo llevaron al bote.
Como era de
esperarse, en unas cuantas horas obtuvo un amparo, saló libre y se fue a su
casa, a dormir la mona.
Otros que
han caído.
El último
personaje público en caer al Torito había sido Manuel Espino, el consentido e
ideólogo de Vicente Fox y su señora consorte, ex presidente del PAN y de la
organización que agrupa a los partidos de derecha de América Latina.
Antes habían
alcanzado tan alto honor el siempre bien recordado Chucho Silva-Herzog, ex
secretario de Hacienda, ex director de Nafin y del Infonavit, quien en manos de los policías enfrentó a los reporteros con gran sentido del humor, así como algunos
diputadillos y burócratas de medio pelo con ínfulas de chingones.
En el
imaginario colectivo del México de hoy comienza ya a acuñarse un lugar común:
En este
país, la grandeza de un hombre comienza... al salir de El Torito.
¿Quién
sigue?...hagan sus apuestas!...
---.by the way, en Harvard no hay Torito.
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Para entender mejor este descomunal ejemplo de la esperpéntica nacional es indispensable la lectura de el artículo de Jenaro Villamil y del reportaje especial que publica la revista Proceso. Pinchar para acceder a los textos.
---.by the way, en Harvard no hay Torito.
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Para entender mejor este descomunal ejemplo de la esperpéntica nacional es indispensable la lectura de el artículo de Jenaro Villamil y del reportaje especial que publica la revista Proceso. Pinchar para acceder a los textos.
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