Convivencia alegórica...
El artista, la chota, y el barril.
Cuando en Pulques Finos "La Virtud" se logra la sana convivencia de un parroquiano (de oficio malabarista de circo) y los atentos gendarmes que vigilan el cumplimiento de la ley y el orden en nuestro barrio, se producen momentos mágicos como el que vemos en la foto.
Dice el patrón que en tales efluvios de camaradería e inspiración bajan los duendes gitanos y se detiene el tiempo.
En nuestro salón se reproduce entonces el brillo de los astros, burbujean de júbilo nuestras deliciosas existencias de pulque y resuenan en el ambiente exquisitas melodías celestiales.
Al terminar el numerito se desgrana un plauso general del respetable y se prodigan nutridos brindis y abrazos.
Salud!
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