miércoles, junio 19, 2013


Epidemia de mochería entre políticos norteños.

El estado mexicano de Nuevo León tiene fama bien ganada de "mocho" (fanatico católico, en México), a pesar de que su población posee uno de los más altos índices de bienestar y educación formal del pais; su capital Monterrey es la tercera ciudad mas importante y registra un igualmente elevado nivel de desarrollo en todos los órdenes, destacandose el tecnológico y educativo.
En la entrada anterior hemos dado cuenta de los desfiguros y afrentas a la ley por parte de la alcaldesa regiomontana "entregando" su ciudad a su dios particular en una ceremonia reciente.
La mujer, de profesión abogada por cierto, no solo se conformó con hacer el ridículo y violar flagrantemente la ley que prohibe con claridad meridiana el realizar tales actos, sino que posteriormente y ante los medios se soltó el pelo en una encendida defensa de su particular hazaña, desplegando sin pudor una catarata de argumentos inverosímiles autenticamente de antología. Y se quedó tan fresca.
Igual de fresco y en vaporoso estado de beatitud celestial e impunidad terrenal se encuentra Duarte, el gobernador de Chihuahua, cuya fotografía rodeado de curas y haciendo el mismo numerito ilegal y cursi que la alcaldesa de Monterrey, también engalana nuestra página más abajo.
El alcalde de ciudad Guadalupe.
Ahora presentamos a nuestra distinguida concurrencia este bonito video del año pasado que documenta otro acto fantoche de este tipo. El protagonista es otro alcalde de Nuevo León -éste de Ciudad Guadalupe-, población conurbada con Monterrey.
El individuo se llama César Garza Villarreal y hay que escuchar con qué vehemencia y emoción mística se estremece ante el señor en la función de entrega para hacerla más teatral y emocionar a una galería que aulla y se retuerce de placer.
By the way, este beato guadalupano también es abogado (sí señor) y milita en las filas revolucionarias del PRI (ji-ji), faltaba más.
Antes de ver esta delicia, recomendamos armarse de cordura y retirar de su derredor objetos que puedan arrojarse y ocasionar daños a su monitor.
Hecho lo propio, puede usted dar clic al video y disfrutar este conmovedor testimonio de un fenómeno que puede ya considerarse epidemia social de proporciones alarmantes.
Atención especial a las manifestaciones enfervorecidas del auditorio.
Vírgen Santísima!

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