Fabulillas y panfletos de temporada...
Misión, visión y moderación.
Baja el termómetro climático y asciende el barómetro de la mexicana alegria y de los mitotes pre navideños conforme avanza el mes de diciembre; las posadas ya están a la vista.
Algunos de nuestros parroquianos -sobre todo los de mayor edad- suelen comenzar a poner en práctica la inveterada cuanto folclórica costumbre de echarse un farolazo antes de salir de casa y con tal pretexto se tornan oficiosos y lambiscones con sus consortes y medias naranjas:
--Quieres que vaya a comprar el pan, amor?
--No, viejo, hace mucho frío, no te varas a resfriar como el año pasado.
--Nada, nada, mujer, ahora vuelvo...y ¡záz!...antes del clic de la puerta de la calle al cerrarse, se escucha el disimulado gorgoreo de la botella de mezcal que el vejete guarda celosamente en el fondo de la alhacena o detrás del librero.
Y, claro, regresando de la panadería de la esquina, don Procopio ya prepara el argumento de su próxima salida del hogar.
--Ahora vuelvo, Pancha, voy un rato a La Virtud a saludar al Padre Febronio que acaba de llegar de Chihuahua y me dijeron en la panadería que se encuentra de visita y se está formando allí la tertulia para escuchar sus chistoretes...
--Ahora vengo, cielo...y...glub-glub-glub...antes de tomar su sombrero y su sarape de lana, el señor se receta un soberbio lamparazo de la botella de marras y encamina su andar hacia esta mezcalería pre-navideña, disimulada y ecléctica.
La casa, preocupada por la integridad de sus parroquianos dados a este tipo de hábitos, declara que la historieta referida se publica con el ánimo de ilustrar la situación y prevenir la ingesta imoderada de aguas locas en la presente temporada.
Tened cuidado pues, amigos. Merci beaucoup.
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Imágen: SantiagoPinotepaNacionalOaxaca, en facebook.
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