martes, enero 28, 2014


José Emilio, la decencia.

Viendo anoche por televisión la nota del homenaje póstumo a José Emilio Pacheco en El Colegio Nacional, no puede uno sino sorprenderse por las justas y bellas palabras que le dedicó Enrique Krauze (que mucho honran a éste, dada su distancia ideológica con el escritor fallecido). Remató su alocución destacando uno de los valores personales de aquel, la decencia (concepto arcaico y casi en desuso en este país, en los tiempos canallas que corren, segun noción de esta casa).
 Pedro Miguel, por su parte, poeta también, periodista, escritor, y amigo de La Virtud, en su columna "Navegaciones" de hoy en el diario La Jornada http://www.jornada.unam.mx/texto/033a1mun.htm publica un soneto en el que afirma que, con la partida de Pacheco, “llora el país y la decencia llora”: 

 No podía creer que fuera cierto
 cuando ayer por la noche, en mala hora,
 supe la novedad demoledora
 de que usted, José Emilio, había muerto.

 Imperan la tristeza, el desconcierto,
 y si la poesía lo deplora,
 llora el país y la decencia llora
 librando su batalla en el desierto.

 En esta soledad devastadora
 nos queda por lo menos algo cierto
 y un susurro de letras por aurora.

 Ayuda, José Emilio, en este entuerto
 saber que en esta tierra que lo añora
 viven muchos y usted está despierto.

 No cabe duda que con la muerte de José Emilio Pacheco se marcha con él una parte de la decencia nacional, ya de suyo disminuida y vapuleada.

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