lunes, junio 28, 2010


En la final de "Ópera Prima",
mano negra, atraco en despoblado.
Ayer domingo se llevó a cabo y fue trasmitida por el Canal 22 de tv, la gala final de Opera Prima, primer reality show del mundo operístico mexicano, en el que participaron los cinco jóvenes más talentosos del concurso. La calidad de éste fue excepcional, desde la dirección, contenido y ritmo, hasta la preciosa conductora y numerosos pequeños detalles de producción televisiva.
Leticia Vargas, una bella soprano queretana era, con mucho, la mejor, la más preparada de todos los participantes. Su fina voz y su brillante desempeño escénico la hacían sobradamente merecedora de la victoria en el certamen. Sorpresivamente, en los últimos minutos del magno evento final, fue despojada del triunfo de la manera mas burda; y no solo eso, sino que la mandaron hasta el quinto lugar
El público, que llenaba el Teatro de las Artes, se quedó con un palmo de narices; no podía creer lo que pasaba.
Contra todo pronóstico, los conductores anunciaron el triunfo para la joven Patricia Santos, de Monterrey, NL, de quien muchos conocedores se preguntaban cómo es que se fue colando hasta allí, y afirmaban que, desde el comienzo se pudo notar que, sistemáticamente era metida “con calzador” entre los ganadores de cada etapa sucesiva.
En las redes sociales se afirma que algunos de los jurados se encontraban furiosos porque el resultado oficial fue totalmente diferente al que ellos dieron. Lo mismo ocurre con algunos de los maestros que acompañaron a los participantes y convivieron con ellos a lo largo de varias semanas.
El segundo lugar fue para Alan Pingarrón, un joven invidente capitalino que es un caso excepcional porque, siendo un superdotado en la voz, sus limitaciones físicas le impiden desempeñarse "normalmente" en el escenario. Por eso recibió acertadamente el segundo lugar, aparte del premio especial, otorgado con clamorosas muestras de cariño por el público.
Ángel Ruz, tenor de Guadalajara obtuvo el cuarto. El tercero, que debió corresponder a éste por su calidad y empaque operístico, se lo dieron a Linda, otra regiomontana de igual voz, pero de brillo escénico menor.
El quinto lugar, asignado a Lety Vargas, debió haber sido para Lola, una soberbia y contundente mezzosoprano, injustamente eliminada el domingo anterior.
En cambio, la ganadora, la muy verde y modosita niña Santos, no tenía ni porque haber llegado siquiera a las semifinales.
---Entonces que fue lo que pasó?
---Hubo mano negra?...todo parece que sí.
La omnipresente mano negra mexicana. El atraco; el clásico gandallazo de último minuto, que ya se veía venir; una burla para los concursantes y para el público. Una bofetada para los miembros del jurado, entre quienes se hallaba, por cierto, el eminente sabio Ernesto de la Peña, gloria y prez de la intelectualidad mexicana.
"Alguien" en el último minuto, se pasó por el arco de triunfo al jurado y "haiga sido como haiga sido", le otorgó el lugar de honor a la regiomontana.
De donde vinieron las órdenes?...habría que preguntarle al antipático patán que fungió como co-conductor, o a Jorge Volpi, el director del Canal 22, o a los burócratas de Conaculta.
Pero, si todo iba tan bien, porqué hicieron tamaña grosería?
Por eso estamos como estamos.
Ay, Mexiquito canalla de nuestros días, hasta en la ópera se ha infiltrado el hampa.
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Foto de Leticia Vargas tomada del portal de Canal 22.

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