martes, agosto 17, 2010

Vodevil de la semana.
La jeta de su ilustrísima.

Cuando los chicos de la prensa lo rodearon, saboreando de antemano la nota suculenta que les aguardaba, el suntuoso personaje, nada menos que su ilustrísima el cardenal de Guadalajara, el excmo. Don Juan Sandoval Iñiguez, sabía ya muy bien lo que iba a decir frente a cámaras y micrófonos.
Se encontraba orondo, sobrado de vapor, casi en un trance extático, dentro de esa suerte de burbuja mesiánica en que se suelen envolver los altos mandos católicos mexicanos antes de ser entrevistados y que ya hemos descrito acá, en entradas anteriores.
Ignoramos si en esta ocasión el cavernario cura tapatío reconocido como el sub-comandante de la ultraderecha mexicana, ya se habría recetado uno o varios lamparazos de tequila del pomo de plata que lleva consigo debajo de la sotana, a decir de algunos infundios que corren sotto voce en los rincones oscuros de su diócesis.
El caso es que nuestro ínclito purpurado era el centro de un enjambre de reporteros que deseaban conocer sus puntos de vista sobre la reciente decisión de la Tremenda Corte de la Nación que da luz verde al matrimonio y a la adopción de hijos a parejas del mismo sexo en el Distrito Federal. 
Al principio se hizo del rogar y evitó contestar las preguntas, como para darse importancia y darle más sabor al caldo. Cámaras y micrófonos lo rodeaban por todos lados, expectantes e inquietos los reporteros.
Antes de comenzar a hablar, Sandoval, socarrón y teatral, completamente dueño de la escena, propinó un par de codazos a quienes lo importunaban apretujándolo levemente; levantó el rostro desafiante y oteó el horizonte, adelantando sus prominentes belfos que le brillaban como si acabara de comerse un plato de grasoso mondongo jalisciense.
Entonces contestó a media voz, enfatizándose en ella los matices rústicos de su acento destemplado y payo, como de atole acedo:
--Pos claro que no estoy de acuerdo. Los ministros de la Corte fueron maiceados por (Marcelo) Ebrard. Éste les dio dinero para que aprobaran ese engendro del demonio.
Acto seguido, en tono cazurro, calculando el peso de las palabras, dijo el bienamado cardenal neo-cristero:
--A ustedes, les gustaría ser adoptados por una pareja de maricones o de lesbianas?
Se produjo un vacío silencioso.
Todos callaron. Los mariachis callaron.
Su ilustrísima se dio la media vuelta y se marchó sin dar las gracias, dejando a todos con un palmo de narices y meditando sobre la pregunta que quedó flotando en el aire como una mortífera anatema caída desde lo alto de los cielos:
-- les gustaría ser adoptados por una pareja de maricones o de lesbianas?
........................................................................................................

Al día siguiente de este acontecido, nuestro dilecto parroquiano teziuteco, el Maistro Mecates se apersonó temprano en el salón de La Virtud y organizó una consulta entre los asistentes para sondear los efectos de las declaraciones del cardenal, utilizando unas imágenes que, según dijo, le proporcionó un sobrino que estudia en la Escuela Libre de Derecho, en capital.
Mostrando las fotografías, recorriendo mesa por mesa, y luego encaramado en una barrica de neutle, preguntó a nuestros cultos y distinguidos contertulios que chupaban sus mieles de Ometochtli y conversaban animadamente sobre las novedades de la farándula y la meteorología del momento:
--A ver, a ver, a ustedes les gustaría ser adoptados por una pareja como esta?


--O, como ésta?


--O, Quizá como ésta?


--O, qué tal ésta?



Ah, que Maestro Mecates, siempre tan graciosito...verdad?

Recomendamos ampliar e imprimir la foto de los payasos...está paaaadre!, es de alta resolución y fue tomada de panoramio.com. No sabemos de donde obtuvo las otras imágenes el sobrino del aludido Mecates, por lo que damos de antemano el crédito debido a sus autores; de ser requerido por estos, seran retiradas.

3 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Ilustrísima: Me da pena ajena que lo que tuvo que decir, lo haya dicho en mi pueblo...

Anónimo dijo...

Un cordial y cariñoso saludo al Mecates de parte de su amigo el Kinkin.

Armando Moncada dijo...

Cómo no, artista. Le transmitiremos tu mensaje en cuanto se presente de nuevo.
Y gracias por pasar a visitarnos; siempre es un placer recibir a personas ilustres.