lunes, octubre 11, 2010


Nóbel para Vargas Llosa.
Pulque espeso para celebrar.

El día que anunciaron que le dieron el premio Nóbel de literatura al escritor peruano nacionalizado español Mario Vargas Llosa, nos alegramos y servimos rondas de cortesía a la fina y letrada concurrencia del momento en nuestro salón. Luego seguimos con algunos cocteles de pisco y después, ya entrados en gastos, dimos cuenta de unas botellas de cava y brindamos por el Perú, por España y particularmente por Barcelona, segunda patria chica del gran escritor.
Recordamos lo dicho ese mismo día por el Taibol, Paco Ignacio II, escritor chilango-asturiano que se la bañó citando a Benedetti para pintar de cuerpo entero al laureado peruano:
  --“A Vargas Llosa hay que leerlo, no hay que quererlo”
y luego soltó de su cosecha, escupiendo pedazos de lengua, que el pobre se mordió al hacer la cita:
  --Si de por sí es insoportable, imagínense ahora...
Pero lo que no tiene desperdicio sobre el Nóbel a Vargas Llosa -y por eso queremos que nuestros parroquianos lo lean- es lo dicho por un poeta español incógnito que bloguea bajo el seudónimo de “El Éxodo” y que recogimos de un comentario escrito en el magnífico sitio de nuestra amiga Eleutheria Lekona.
Miren nomás:
“Cualquier logro es, en gran parte, fruto de lo colectivo. Por ello podríamos decir que cualquier premio individual es una suerte de fraude. También hay que decir que nada hay neutro y mucho menos el lenguaje, el uso de la palabra.
No obstante, qué duda cabe, Vargas Llosa es uno de los mejores en el arte de la escritura, como escritor. No así como intelectual; el intelecto puesto al servicio de unas elites que basan su primacía en el aplastamiento de la mayoría, puede ser de gran altura, pero siempre será de los peores. Y esto, en cierto modo, contamina la obra de Vargas Llosa.
En todo caso, y sin dejar de tener en cuenta esa máxima de que todo premio individual no deja de ser un fraude, creo que ha recibido el Nóbel, como lo podrían haber recibido otros, con todo merecimiento.
Eso sí, nunca sabremos, ni él mismo probablemente llegará jamás a saberlo, cuales fueron los motivos que más pesaron a la hora de decidir, ¿literarios? ¿políticos?”

  --Qué tal, eh?...las cuentas claras y el pulque espeso!
.............................................................................
En la imágen, tomada del diario mexicano El Economista, vemos aVargas Llosa en México en el año 2004, en un evento en el que se acercaron a saludarlo algunos colados y hasta un merolico.

2 comentarios:

Xavier González Fisher dijo...

Oiga Ilustrísima: ¿Qué le quedó a deber alguna cuenta el Vargas Llosa? Digo, porque la foto esa con el Vicente Zorro es insultante. Saludos.

Eleutheria Lekona dijo...

Qué padre que las palabras de nuestro poeta español -al que tanto admiramos- te hayan inspirado este post.

Gracias, por cierto, por la mención a "Eleutheria".

Un saludo te dejo...