sábado, agosto 10, 2013

Recuerdos del porvenir...

Hace unos cien años, cuando se tomó esta foto, no había que tener mucha cara dura para treparse en una carrucha de éstas y sonreír a la lente. Era lo más natural y común entre la aristocracia inglesa viajera. La pérfida Albión tenía azorrillada a media humanidad, principalmente a la del lejano oriente. Hindúes y chinos eran viles esclavos o simples elementos folclóricos del buen gusto británico en la decoración de los hogares y en las postales que enviaban a casa los engreídos  overseas people.
Al ver la imágen, el poeta Froilán nos dice:
  --Pronto, muy pronto, y no dentro de un siglo, cuando haya desaparecido el turismo extranjero en México, solo vendrán empresarios petroleros gringos y mercaderes de toda laya.
  --Después de terminar acá sus negocios, aprovecharán la ocasión para tomarse una fotografía de recuerdo como esta y llevarse algo con qué presumir con sus amigos en el club para burlarse de los greasers.
En vez de chino, sus capataces totonacas les proporcionarán a un individuo chaparro, prieto, con cara de sufrido, portando un sombrero de palma roído y un desgastado uniforme de Pemex.
Pero no habrá carrito para que se tomen la foto cómodamente sentados, no. Los cargará el mexicanito sobre su espalda.... y los rubicundos jinetes sonreirán de lo lindo a la cámara, lo mismo que el cargador..

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