viernes, septiembre 13, 2013

Día de campo familiar.
Bonita y bucólica la escena de este grupo familiar que se dispone a pasar un domingo campestre. Todos contentos y acompañados por un chirrín, como se le decía en mi pueblo a una pequeña orquesta. Cuando las damas, siempre hacendosas, acomodaron las viandas y el mantel sobre el pasto y llamaron a todos los presentes a posar para la cámara, todo iba muy bien, muy tranquilo. 
Desconocemos lo que haya ocurrido posteriormente, habida cuenta del abundante arsenal etílico que se cargaban los caballeros. Échénles un ojo na'más al de la extrema izquierda y al siguiente, y al tío Pelochas, que no guardaron el mínimo recato frente al artista de la lente y por propia voluntad pasaron a la posteridad remojando el gurguñate.

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