domingo, marzo 30, 2014

Exquisito ejemplo vernáculo...
Grandes dilemas de la humanidad.
Imágen cortesía de un parroquiano incógnito y fugaz que, saludando con sombrero ajeno, la dejó en calidad de propina al Pelucas en la barra y se marchó muy ufano y sin decirnos de donde la sacó. Máximo reconocimiento pues, a su desconocido autor.

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