Pulques Finos "La Virtud"

Mochería empoderada...

Coahuila, estado laico?

Una nota del diario Zócalo de Saltillo hace un par de días, nos informa que el gobernador Jorge Torres López  (el mandatario sustituto, el que dejó Moreira I para que le entregue el poder graciosa y legalmente a Moreira II) inauguró la calle que lleva por nombre Francisco Villalobos Padilla como un homenaje al obispo emérito de Saltillo por sus 90 años de vida.
“Entre los presentes se se encontraban la señora Carlota Llaguno de Torres, esposa del gobernador; el alcalde de Ramos Arizpe, Ramón Oceguera;  el alcalde de Saltillo, Jericó Abramo Masso, y el alcalde de Arteaga Ernesto Valdés Cepeda.
La grey católica, la clase política y los ciudadanos compartieron el momento especial y escucharon el mensaje que (Fray Raúl) Vera López ofreció por la trayectoria y la labor realizada por el obispo emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla”.

Esto el colmo. La clase política saltillense -y en general la de todo el estado norteño- ha llegado hoy a niveles de degradación y cursilería verdaderamente penosos.
La hipocresía y la doble moral de estas personas no tienen límites.
Parece que, al contrario de como era cosa normal durante muchísimos años, en que las señoras no eran mas que un elemento decorativo en la política estatal, hoy, la influencia de éstas se ha colado hasta alcanzar las máximas decisiones del gobierno, y ha introducido  poco a poco ideas reaccionarias, recomendaciones clericales de aldea, y preceptos de la hoja parroquial, hasta contaminar la de por sí jodidísima idelogía de sus consortes, los mandatarios, ediles, funcionarios, diputadillos y chupatintas, en proceso de ascenso social,  no con otro mérito que el de un parentesco lustroso y concanaco, o un título del Tec o de la Ibero, en el mejor de los casos.
Con el mayor descaro y cinismo disponen de los recursos del gobierno como si fueran propios para beneficiar al clero católico: hoy homenajean a curas y arzobispos en Saltillo y mañana construyen capillas en Cuatro Ciénegas  (ver nota aquí, no es cuento ni chisme).
Si ya de por sí es inaudito que el dinero de todos los contribuyentes, creyentes o no, pertenecientes a alguna iglesia o no, sea utilizado para financiar actividades de organizaciones religiosas, mucho peor lo es que sea con cargo a partidas que tenían por destino mitigar la pobreza.
En lugar de hacer honores a tantos y tantos coahuilenses destacados y hasta heroicos que se hallan en el olvido, o de invertirlos en obras de verdadero impacto social en las comunidades mas necesitadas del desierto, estos "políticos mothernos" con la mayor frescura e irresponsabilidad de señora adinerada, practican el populismo que tanto critican, complaciendo los antojos y las devociones de lideresas de barrio y financiandoles templos a la pobrecitos súbditos del Vaticano.
Sus antecesores, -todos priístas y beneficiarios de la por cierto muy laica revolución mexicana-por lo menos guardaban las apariencias y mantenían el recato, aunque en lo oscurito fuesen miembros de la vela perpetua; ejercían su mandato político más o menos decorosamente en un marco de laicidad republicana, misma que ahora, sus hijos y nietos -esos mismos que nos muestra la foto de arriba- se la pasan por el arco de triunfo y les valen un cacahuate los conceptos ya no digamos de Laicismo y Separación de Poderes, sino de patria, historia, estado, etc.
Estos cuadros patéticos son algunas de las consecuencias mas visibles de la "toma" del poder por juniors y frívolos que provienen no del pueblo, sino de un sector de una burguesía empresarial oportunista, mocha, corrupta, ignorante de la historia y vende-patrias, que tiene al estado y a buena parte de México en la lona.
  --El estado laico?...el estado qué?
Si resucitaran los grandes hombres que nos legaron un Coahuila digno, libre y respetable, y vieran a estos fantoches genuflexos haciendo estas payasadas, se volverían a petatear de la pura verguenza.
Es más, hasta al pillo de Flores Tapia le daría un feo patatús al percatarse de tales desfiguros de sus descastados sucesores.
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Nota: el homenajeado merece nuestro especial respeto, al igual que Fray Raúl; es asunto no es con ellos.
Foto: Gabriela Balleza, Zócalo.