martes, septiembre 20, 2011


Con saludos desde El Vaticano...
Papamóvil retornatus est.

Gracias a que el Máistro Mecates tiene un hijo que es capitán piloto de una línea aérea de Bosnia-Herzegovina, nuestro dilecto parroquiano y amigo viaja de gorra a Europa varias veces al año.
En esta ocasión el viejo anarquista de Teziutlán nos hizo el gran favor de ir a Madrid a gestionar la devolución de nuestro Papamóvil.
Como lo sabe medio mundo, el departamento de giras de la Santa Sede nos lo pidió prestado para transportar dignamente a Su Santidad en su reciente visita a la madre patria, ya que el vehículo oficial se encontraba desvielado y por el momento, en la tesorería vaticana no contaban con dinero suficiente para su reparación.
La estancia de nuestra nave se alargó un mes luego de la partida de Ratzinger a Roma, ya que al parecer, un cardenal peninsular de apellido Rucobo o algo así, le echó el ojo para regalárselo a Mariano Rajoy.
Se supo que el líder del Partido Popular hizo grandes elogios del carro, de su elegante linea y su comodidad; entonces el ruco tomó nota y ya se lo andaba agandallando, bajo argumentos que el Máistro Mecates prometió contarnos a detalle más adelante.
Según pudo averiguar nuestro enviado, la intención del aventajado Cardenal era que Rajoy lo utilizara para las giras de su próxima campaña electoral para presidente del gobierno.
Sea como haya sido, gracias a los buenos oficios y a la hábil retórica del Máistro, ya tenemos de vuelta nuestro coche insignia y sobra mencionarlo, se encuentra listo, con el tanque lleno de gasolina, convenientemente desparasitado, desinfectado y a disposición de los paroquianos más distinguidos de esta casa de oraciones y chotís.
No es por presumir, pero cuando revisamos el vehículo, nos dimos cuenta que el Sumo Pontífice nos dejó  en la guantera -entre otras cosas- esta bonita fotografía, cariñosamente dedicada de puño y letra y todo.
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Imágen de la red, montaje de la casa, al estilo del inolvidable José Natividad Rosales.

1 comentario:

Francesc Cornadó dijo...

¡La madre que lo hizo! En la firma se puede comprobar, este Benedicto tiene una caligrafía que da asco. ¿será el espejo del alma?
Salud
Francesc Cornadó