Souvenirs de Madrid...
Ahora que tenemos de regreso nuestro Papa-móvil después de su gira española sirviendo a Su Santidad Benedicto XV, al revisarlo, encontramos esta figurilla en la guantera.
Como es del dominio público, el santo padre nos obsequió también la fotografía autografiada que aparece abajo y que igualmente hallamos en la nave; sin embago nos resistimos a creer que el vejete alemán nos la haya dejado ahí a propósito la tal figurilla cagona, por más agradecimiento y afecto que nos tenga.
Mejor quisiéramos pensar que se trata de un cariñoso presente que los fieles le hicieron, uno de los muchos que le entregó la multitud en la Puerta del Sol.
De lo que sí estamos plenamente seguros es de que este obsequio a Ratziner no provino de los bienpeinados jóvenes fresas y cherries que desfilaron por allá, acarreados como ovejas y llamados "peregrinos" por los alcahuetes medios de comunicación. Estos, por cierto, abusaron hasta la náusea en la cobertura noticiosa de una visita y "un encuentro con la juventud", costosísimas mojigangas que tuvieron que pagar -toma allá- los súbditos del rey Borbón.
Tal vez quienes arrojaron al paso del Papa el monito defecante, junto con otras cosillas igual de majas, fueron los traviesos punk-manolos del cercano barrio de Lavapiés que como ud. sabrá, son de armas tomar, por lo menos en lo que se refiere a llamar a las cosas por su nombre.
Si usted, amigo visitante, acaba de llegar y no sabe de qué estamos hablando, le sugerimos leer la entrada anterior.
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