Pura poesía...
Nada, es solo una vieja e inoportuna idea gráfica de esas que ayudan a documentar oscuras fuentes del estremecimiento existencial del hombre moderno. Hay tantas.
En un lunes cualquiera como este, se develan ciertos misterios pavlovianos que nos hablan de las miserias y de las glorias que suelen iluminar ciertas zonas del pensamiento ácarta del hombre.
Las fotografías antiguas remiten a ocurrencias de poesía guajira.
En superiores niveles de abstracción y devaneo, estas visiones tienen sabores amargos y resonancias de serenata de violoncello solo en medio de la madrugada. Y cuando las notas son puras y sublimes como las de las seis suites de Bach, los poetas callejeros que nos visitan exigen el mejor pulque de la casa con gritos y letras de oro, y recuerdan aquello que escribió Renato:
Cuantas penas sufridas porque un sino fatal
nos dio discernimiento para el bien, para el mal
y para otras minucias que ignora el animal.
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Breve Glosa al Libro del Buen Amor, fragmento. Renato Leduc.
2 comentarios:
Encantador como siempre, elocuente, divertido... ese es mi pulquero (¿así se dice?) favorito!!! Olé!
Recibe un besote de la taurina a la que le retuerces las entrañas con tus letras siempre bien hilvandas!!
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