Francisco I en el TIME.
Las beatas y los beatos all over the world chillaban
escandalizados y se retorcían presas de furia y ataques de flatus metralletus
al ver lo que hicieron los editores gráficos de la prestigiada revista gringa
TIME al acomodar un par de letras de dicha palabra en su última portada sobre
la testa de su santidad, de modo que parecieran pequeños cuernos.
Mientras tanto, se supo que cuando le mostraron esta imagen,
don Pancho Bergoglio –que dicen tiene un gran sentido del humor, no como sus fatuos
predecesores- exclamó divertidísimo y entre carcajadas:
--Bárbaro,
ché!...guardámela para enmarcarla y ponerla en mi despacho!
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